jueves, noviembre 02, 2006



Brad Will en Argentina en el año 2004. Movilización de la comunidad Ava Guarani al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Fotos: Zula (zula@riseup.net)

Pagina12

El último fotograma

Brad Will fue asesinado en Oaxaca, México, el viernes 27 de octubre. Fue alcanzado por una bala disparada desde patotas parapoliciales del PRI para reprimir la movilización impulsada desde la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). El último video de Will culmina con su muerte, es casi un manifiesto estético del videoactivismo: la cámara está siempre entre los manifestantes, filmando sus corridas y registrando a los tiradores de lado opuesto, que acabarían con su vida. Bradley Rolland Will era integrante de Indymedia, y había recorrido todo el continente.

En diciembre del 2001 Brad desembarcó en Buenos Aires y registró los cacerolazos, tomas de fábricas y piquetes. Compartió manifestaciones y fiestas con muchos activistas porteños que recibían solidariamente en sus casas a los reporteros contrainformativos. Testimonios, vivencias, fotos olvidadas, empezaron a circular por medios alternativos del continente.
Había recorrido cuanto espacio reuniera al activismo antiglobalización en América latina.

Nicolás, de la agencia Sub.coop, compartió una fiesta en un centro okupa de Barracas, donde el videasta tomó una guitarra y cantó viejas canciones folk de protesta. "Lo conocí en una movilización de guaraníes al INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) en el 2004", cuenta Nicolás.

Carlos Brown, de Contraimagen, lo conoció en Brukman en el 2002 y, tres años más tarde, lo vio en la guerra del gas en Bolivia, donde compartió un mes con el norteamericano. "Filmamos el Festival por la Nacionalización de los Hidrocarburos. Quedamos en encontrarnos en Buenos Aires para intercambiar las cintas".

Sebastián Hacher, ex integrante de Indymedia, posteó en su blog No contesta (http://sebastian.linefeed.org) este texto: "Lo conocí en Nueva York en el 2001, poco después del atentado a las Torres. Convivimos un mes en la oficina de Indymedia en 29 Street. Cuando estuvo en la Argentina, lo vi una o dos veces, siempre en la calle. No me sale escribir un manifiesto o grandes palabras. Vuelvo a ver el video y caigo en la cuenta de la magnitud de los acontecimientos, mataron a uno de los nuestros".

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-2493-2006-11-02.html

Brad filmando en Buenos Aires (VER FOTOS)
























Brad Will en Argentina en el año 2004. Movilización de la comunidad Ava Guarani al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Fotos: Zula (zula@riseup.net)
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BRAD Y SU PASO POR ARGENTINA

"Brad Will, camarógrafo de Indymedia asesinado el viernes en Oaxaca por grupos parapoliciales del PRI (Partido Revolucionario Institucional), había realizado desde el año 2000 un largo recorrido a través de Latinoamérica, registrando las luchas sociales desde el punto de vista de sus protagonistas", así José Luis Meirás reconstruye su paso por la Argentina con relatos de quienes compartieron con Brad la lucha callejera.

BRAD WILL, IN VICTORIAM

Brad Will, el camarógrafo de Indymedia asesinado el viernes en Oaxaca por grupos parapoliciales del PRI (Partido Revolucionario Institucional), había realizado desde el año 2000 un largo recorrido a través de Latinoamérica, registrando las luchas sociales desde el punto de vista de sus protagonistas. La lente de su cámara era siempre un ojo más mezclado entre los manifestantes, como lo muestra su último video, que culmina con una toma fija de su cámara en el suelo de una calle oaxaqueña, luego de que un balazo en el pecho terminara tempranamente con su vida.

Desde Bolivia a Argentina, de Argentina a Brasil, de Brasil a México, las dificultades de Brad con el castellano nunca habían sido un impedimento para vincularse con los más diversos movimientos sociales al sur del Río Bravo.

Brad Will, o Bradley Rolland Will, era integrante de la filial Nueva York del Centro Internacional de Medios Independientes -Indymedia-, una red de colectivos con participantes en todo el mundo, que vio la luz en Seattle en noviembre de 1999, cuando una movilización de 50.000 personas abortó la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en esa ciudad.

NOS MEAN, LOS MEDIOS DICEN QUE LLUEVE

La red Indymedia, contracara de la globalización informativa hegemonizada por las grandes cadenas como CNN, se afianzó más tarde en Génova, en julio de 2001, durante las manifestaciones contra la reunión del G8. Allí los carabinieri asesinaron al manifestante Carlo Giuliani, luego allanaron y destruyeron el centro de medios de la contramarcha y los sevidores web de Indymedia Italia.

Fue en esa ocasión cuando hizo su aparición internacional la sección argentina de la red. Mientras las fuerzas de seguridad italianas rompían computadoras, escritorios y algunos huesos de periodistas y activistas, el colectivo argentino, constituído apenas 3 meses antes, se ponía manos al teclado, junto a otras filiales del mundo, para romper el cerco informativo sobre la represión en Génova re-publicando toda la información que ya no podía verse en la web italiana.

Indymedia Argentina fue durante las jornadas de fines de diciembre de 2001, y aquel verano de 2002 escaldado por las cacerolas, el medio predilecto del emergente movimiento social encabezado por asambleístas, piqueteros y fábricas recuperadas. Su sistema de publicación abierta permite que allí cualquiera pueda subir convocatorias, comunicados, debates, hasta provocaciones. En esa época en que la movilización popular estaba a la orden del día, la web de Indy se transformó en lugar obligado para enterarse lo que sucedía en las calles. A partir de ese momento el Centro de Medios Independientes de Argentina -CMI "Indymedia" Argentina- se fue diversificando en temáticas y grupos en diferentes ciudades del país.

De la noche del 19 de diciembre a la mañana del 20, Argentina se había transformado en el laboratorio internacional del activismo antiglobalización. En los primeros días de 2002 decenas de periodistas, videastas, fotógrafos, pertenecientes a empresas periodísticas o a medios alternativos, llegaban a Buenos Aires para registrar el fenómeno de los cacerolazos, las asambleas populares, las fábricas recuperadas, los cortes de ruta.

Brad Will llega a la Argentina en ese momento, a comienzos de 2002.

POSTEOS POSTUMOS

Lucía, que integró entre 2001 y 2002 el colectivo Indymedia y hoy es parte del grupo de comunicación Contraimagen, recuerda que Brad paró en su casa, en un momento en que las casas amigas de la militancia eran improvisados hostels, "lo único que te puedo decir es que en esos días mi casa no era mi casa, era una locura, con gente durmiendo en el living, en mi cuarto y hasta en la cocina."

"No entablamos una relación amistosa, simplemente nos cruzamos, pero lo interesante es ver la solidaridad que había en ese momento, la recepción que los activistas argentinos tuvimos con todos los activistas que llegaban desde distintas partes del mundo a participar de lo que estaba pasando acá."

Sebastián Hacher, "Hipi", uno de los fundadores de Indy Argentina, recuerda a Brad en un texto que se mete en lo subjetivo y esquiva el homenaje póstumo, y que publicó el domingo 29 de octubre en su blog Nocontesta: "Lo conocí en New York en el 2001, poco después del atentado las torres gemelas. Convivimos un mes junto a otras diez personas que dormíamos en la oficina de Indymedia en 29 street. Yo estaba de paso, pero ellos vivían ahí. Por las noches, Brad y sus amigos salían a buscar comida de la basura: en New York los negocios la tiran antes de la fecha de vencimiento, así que comíamos bastante bien. Se llamaban -medio en broma, medio en serio- el Garbage Liberation Front. En esa época, Brad no hablaba castellano, y yo no hablaba inglés".

"Cuando estuvo en la Argentina, lo vi una o dos veces, siempre en la calle. Fue a principios del 2002, una época en la que venía gente de todo el mundo a conocer los cacerolazos, y nuestras casas estaban llenas de extranjeros. Su imagen se perdía y aparecía en ese torbellino de acontecimientos: era uno más entre los cientos que salíamos a la calle con una cámara en la mano. Lo que recuerdo de Brad en esa época, es que él y su novia paraban en un departamento muy pequeño, y que para tener intimidad recurrían a los trucos más insólitos".

"Recién acabo de mirar por segunda vez el último video que filmó en Oaxaca, y que termina justo con su muerte. Las imágenes tienen una particularidad: la cámara parece invisible para las personas que están siendo filmadas. Brad está tan familiarizado con la barricada, que por momentos el espectador desearía que tome un poco distancia para poder apreciar la escena completa. Pero Brad está ahí. Es parte de lo que filma, y se mueve al ritmo de los acontecimientos. Cuando la bala lo alcanza, varias manos lo levantan e intentan ayudarlo. El sigue cargando su cámara, hasta el último suspiro"."No me sale escribir un manifiesto o grandes palabras. Vuelvo a ver esas imágenes y caigo en la cuenta de la dimensión que tienen los acontecimientos: mataron a uno de los nuestros", concluye Hacher su posteo.

Carlos Brown, videasta e integrante de Contraimagen conoció a Brad en 2002 en Buenos Aires, durante la toma que las trabajadoras de la textil Brukman realizaron previamente al violento desalojo, y a la posterior expropiación que dió lugar a la Cooperativa con la que actualmente gestionan la fábrica.

"Luego nos encontramos en el Alto, en La Paz, en junio de 2005 ", cuenta Brown a este cronista, "durante la rebelión por el gas que tiró abajo el gobierno de García Meza, junto a él participamos de la organización y filmamos el Festival Multicultural por la Nacionalización de los Hidrocarburos, con la Juventud de la COB (Central Obrera Boliviana), compartí casi un mes con Brad. Quedamos en encontrarnos en Buenos Aires para intercambiar las cintas de video, pero no nos volvimos a ver".

Nicolás Pousthomis, "Francés", se iniciaba en el fotoperiodismo durante la espontánea movilización popular y la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 realizando tomas que darían la vuelta al mundo. Casi inmediatamente se integró a Indymedia -que explotó demográficamente en pocos días durante aquel caliente fin de año porteño-, y hoy forma parte de la Cooperativa de fotógrafos Sub.coop.

Nicolás recordó, y encontró ayer, la foto que le tomó a Brad en Porto Alegre durante el Foro Social Mundial de 2005, allí el videasta norteamericano aparece realizando un número de lanzallamas.

"Lo había conocido durante una movilización de los guaraníes de El Tabacal a Buenos Aires, al INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas ), en abril de 2004, él estaba filmando. El Gaita, un amigo del centro social okupa La Grieta, festejó al poco tiempo su cumpleaños en La Gomera, otro espacio okupado del barrio de Barracas. En esa fiesta Brad tomó una guitarra y tocó canciones folk tradicionales en inglés, de temática social, que luego tradujo como pudo para que todos las entendiéramos".

"En enero de 2005 nos cruzamos en Porto Alegre, en el FSM. Ahí compartimos una fiesta que se armó en el Caracol Intergaláctico, que era una carpa que los zapatistas tenían con Intergaláctica y Yomango, era un lugar paralelo al Foro, porque los zapatistas tenían vedada la participación orgánica por formar parte de un grupo guerrillero, de una organización armada."

"Estábamos en esa fiesta improvisada, en eso me dijo que iba a escupir fuego, que si le podía sacar una foto, y se la saqué, me dió su mail para que se la mandara, pero como yo no estaba conforme con la foto -no salía bien su cara-, ahora me arrepiento un poco, nunca se la envié."

Brad ha sido recordado en estos días en infinidad de notas de los medios alternativos de todo el continente. Su anonimato, casi absoluto para los medios masivos de comunicación, se contrapone con el recuerdo vívido de cientos de activistas que día a día ponen el cuerpo en la construcción de una realidad social diferente.

Yo no conocí a Brad, aunque seguramente nos hemos cruzado sin prestarnos atención.

Y aquí, para el final, aparece una frase hecha, un lugar común, que en frío frente al teclado suena con algo de cursilería, como la línea que se lee al final de un epitafio, pero que igualmente emociona al pronunciarla, nublando la vista e inclinando hacia abajo las comisuras de los labios. Esa frase, mantra de las luchas, que sirve para recordar a él y a tantos otros: Compañero Brad Will, ¡Presente!. ¡Ahora y siempre, ahora y siempre!.

30 de octubre de 2006.

José Luis Meirás para la Agencia de Noticias Red- Acción (ANRed)